Con temperaturas que superan los 40 grados en diferentes zonas de Andalucía, como el Valle del Guadalquivir, las plantas sufren los estragos veraniegos. En estos meses en los que el mercurio aprieta hay que extremar los cuidados para evitar que plantas y flores se marchiten. Las olas de calor, la acción de los rayos ultravioleta y los bajos niveles de humedad pueden afectar al estado de tus plantas. En este post compartimos contigo una serie de consejos básicos para que tu jardín doméstico sobreviva a la canícula. Sigue estas pautas y ya nos contarás.
1. Riego. A diferencia del otoño o primavera, en verano los riegos deben ser extensos y abundantes sobre todo en ciudades como Jaén, Córdoba o Sevilla, donde el termómetro pocas veces baja de los 40 grados en las horas principales del día. En verano no tengas límite a la hora de regar las plantas asegurándote que el agua llegue hasta las raíces.
2. Horarios de riego. Si el riego es importante más lo es el momento en el que debe hacerse. Recomendamos regar a primera hora de la mañana (entre las 7:00 y las 8:30h) o al atardecer (20:30 y 21:30h). Si riegas fuera de esa franja horaria puedes dañar a las plantas mediante «efecto lupa» creado por las gotas de agua ante la exposición solar.
3. Humificadores. Aunque ciertas plantas de interior requieran menos agua que las plantas de jardín o exterior no escatimes en riego. Este tipo de plantas también sufren las consecuencias del calor por la sequedad que producen los ventiladores y el aire acondicionado. Una buena solución para refrescar el ambiente sería colocar en ciertas estancias del hogar humificadores o recipientes con agua para garantizar un clima suave.
4. Macetas y plantas de jardín. A simple vista no debería haber distinciones en cuanto al riego pero la hay. Las plantas de macetas requieren más agua y riego que los arbustos o árboles plantados en un jardín. Se debe a que las raíces de estos últimos pueden buscar la humedad y nutrientes en el sustrato del jardín frente a los tiestos que dependen de la cantidad de agua que reciban en un espacio limitado.
5. Aleja las macetas de las paredes. Tanto si vives en una casa con un gran porche o un ático, en verano cambia las macetas de lugar alejándolas lo máximo posible de las paredes porque irradian el calor que reciben durante el día. El calor absorbido por las paredes se traspasa a las plantas con fatales consecuencias. En caso de que no puedas mover las plantas intenta aislarlas lo máximo posible recubriéndolas con tela de brezo o telas de sombra que sirvan como filtros.
6. Poda y más poda. Presta atención a las hojas, flores y tallos marchitos para podarlos cuanto antes. Así evitarás que las plantas desaprovechen humedad y nutrientes.
7. Fondo de materia orgánica. Si tienes un jardín amplio con árboles plantados en el suelo puedes crear para estos meses un acolchado de materia orgánica compuesto por cortezas de pino, grava e incluso restos de poda anteriores. Este «suelo» vegetal retiene por más tiempo la humedad del ambiente, limita la aparición de malas hierbas o plagas y aporta un toque original.
8. Creación de microclimas. Nuestra última recomendación para estos meses es la creación de microclimas. En jardines amplios los estanques artificiales y albercas funcionan bien porque mantienen la humedad del ambiente, al mismo tiempo ponen la nota refrescante al verano. En terrazas intenta colocar varias plantas en una misma maceta o muchos tiestos en una misma zona.
Y tú, ¿cuáles son tus trucos para mantener en perfecto estado tus plantas en verano? ¡Te esperamos, como siempre, en Andaluflor!