Ya sea por costumbres o por creencias religiosas, los templos católicos continúan siendo uno de los lugares predilectos de las parejas para contraer matrimonio. Y en Córdoba eso está además más que justificado: las decenas de iglesias que salpican las calles de la ciudad están llenas de encanto, de historia y de belleza. El arraigo del barrio, la tradición o simplemente el atractivo de los edificios las convierten en lugares ideales para dar el sí quiero.
De entre ellas, normalmente las preferidas por los cordobeses para casarse son algunas de las iglesias fernandinas, llamadas así porque se erigieron con la conquista de la ciudad por parte Fernando III ‘El Santo’. Estas iglesias presentan unas características muy singulares, en parte porque fueron construidas sobre antiguas mezquitas, por lo que de entrada ya cuentan con un plano diferente; en parte por ese encanto mudéjar que aúna elementos de herencia musulmana con la solemnidad de los templos católicos. Los rosetones en sus fachadas son otro de los signos de distinción en algunas de ellas, mientras que su ubicación en los encantadores barrios de la Axerquía o el centro de la ciudad impregnan el entorno de alegría y de un ambiente mágico.
Pero también se encuentran entre las preferidas otras iglesias edificadas en siglos posteriores, como la Iglesia de la Trinidad o La Compañía, muy románticas.
Recopilamos algunas de las iglesias más populares de Córdoba para contraer matrimonio y lo bonitas que quedan cuando se le aporta un poco de decoración floral (eso ya puedes dejárnoslo a nosotras).
San Miguel
Situada en pleno centro, en la plaza que lleva su nombre, se caracteriza por unas formas típicas del Románico pero con los rosetones del período gótico. Esto hace de san Miguel un edificio de encanto vetusto con toques califales, como se evidencia en una de sus puertas laterales, en forma de arco de herradura.
La Compañía
En realidad, se llama Iglesia del Salvador y Santo Domingo de Silos. La escalinata y la hermosa barandilla precede una sencilla fachada. El conjunto, bien decorado, derrocha romanticismo que acompaña al ya de por sí majestuoso entorno.
El juego que proporciona el conjunto arquitectónico permite tanto la colocación de copas como el juego con plantas variadas.
Sagrario de la Mezquita-Catedral
Si bien las naves principales suelen estar reservadas a oficios religiosos, el Sagrario de la Mezquita-Catedral de Córdoba es el lugar idóneo para ver el vestido de novia entre los arcos de ladrillo rojo y blanco. Sobran las palabras para describir la impresión que causa el edificio, al que en caso de enlace se accede por una de las puertas de la calle Magistral González Francés. Por sacarle algún punto negativo: el aforo es pequeño.
Santa Marina
Iglesia de toreros, como bien se evidencia en la escultura que hay justo enfrente. También muy céntrica, es una de las iglesias que sirven de puerta de entrada a los barrios de la Axerquía. Rodeada de palacetes, por fuera, por dentro su interior queda bañado por los colores de las vidrieras y el rosetón, ayudados por el sempiterno sol cordobés.
También hemos estado en iglesias igualmente preciosas, como la de San Andrés, San Nicolás de la Villa, Santa Victoria, San Pablo o san Cayetano, entre muchas otras. En definitiva, Córdoba cuenta con templos llenos de magia para que fluya uno de los sentimientos más fascinantes del mundo: el amor.